¿A veces menos es más?: Tips a tomar en cuenta al momento de redactar escritos que deban ser presentados al interior de un proceso judicial

¿A veces menos es más?: Tips a tomar en cuenta al momento de redactar escritos que deban ser presentados al interior de un proceso judicial

Por María Fé Torrejón, Asociada en Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados.

La oralidad es parte de todo proceso judicial. Los Jueces y Juezas encargados de resolver los casos, programan audiencias a efectos de escuchar la postura de cada una de las partes al interior de un proceso. Ello, como garantía del principio de inmediación. Si bien la oralidad es una realidad, aquello plasmado de manera escrita sigue siendo parte fundamental para resolver las controversias que llevamos al Poder Judicial.

Cuando empecé mis prácticas pre-profesionales en solución de controversias, sabía que no solo era importante tener una buena oratoria, sino además plasmar de manera adecuada la defensa de cada uno de nuestros clientes a través de escritos. Y es que, podemos identificar de manera adecuada cuál puede ser nuestra defensa en un caso en concreto, pero resulta fundamental plasmarlo de manera satisfactoria en los escritos, pues estos finalmente serán revisados por los órganos jurisdiccionales que dirigen los procesos.

Como abogados, debemos tener la capacidad de procesar adecuadamente la información que nos remitan y destacar cuáles son los hechos importantes del caso, para así aplicar correctamente el derecho a estos. Pero, ¿cómo trasladarlo adecuadamente a nuestros escritos? A continuación, algunos tips que he aprendido en mi experiencia profesional:

1) Conoce bien tu caso

Antes de iniciar con la redacción de un escrito, resulta fundamental conocer “al derecho y al revés” el caso que nos encomienden. En ocasiones, los abogados nos vemos frente a plazos que son acotados, por lo que tenemos la necesidad de iniciar de inmediato la redacción de nuestros escritos. Pero, en mi experiencia, conocer bien el caso y cada una de sus implicancias, es de suma importancia para redactar un escrito de manera coherente y ordenada.

Elaborar un esquema antes de empezar la redacción de un escrito, con las ideas más importantes que vamos a desarrollar, nos asegura plasmar de manera estructurada nuestra defensa en un caso.

2) Empieza por los hechos

La aplicación del derecho a un determinado caso es fundamental para ejercer una defensa de manera adecuada. Pero conocer cada uno de los hechos de una controversia, es la base para toda buena defensa judicial. Ciertamente, es aquello que da sustento a nuestras pretensiones.

Transmitir los hechos de manera cronológica, ordenada y precisa, nos puede ayudar a ganar todo un proceso. Ello, reforzado con la debida aplicación de las normas al caso en concreto. No debe desestimarse la importancia de los hechos para resolver un determinado caso.

3) Utiliza lenguaje accesible

Es usual que familiares y/o amigos que no han estudiado la carrera de derecho, nos digan entre risas que los abogados “hablan su propio idioma”. Por más que nos pueda resultar exagerado, no deja de ser cierto que los abogados manejamos y tenemos conocimiento de conceptos técnicos que no son de entendimiento para todos. Dejar de lado el uso de términos técnicos y legales en los escritos que redactamos resulta muchas veces difícil.

Si bien los escritos son presentados ante Jueces y Juezas que conocen perfectamente el lenguaje jurídico, cuando explicamos los hechos de un caso no hay necesidad de implementar términos que entorpezcan el entendimiento de cómo se originó la controversia. El uso del lenguaje jurídico debe ser utilizado cuando sea necesario, siempre y cuando ayude a reforzar nuestra defensa del caso, no dificultarla.

4) A veces menos es más

Exponer nuestra postura e ideas de manera clara y concisa muchas veces es la clave para el éxito de nuestra defensa. Es ampliamente conocida la carga procesal de los órganos jurisdiccionales, por lo que exponer nuestra postura sin ser repetitivos, será de utilidad para el entendimiento de nuestras pretensiones.

Y es que, es cierto cuando nos dicen: a veces menos es más. No nos veamos tentados a redactar escritos de cientos de páginas cuando ello no es necesario. Destacar las ideas más fuertes de nuestro caso y reforzarlas es, a mi parecer, igual de contundente que redactar un escrito largo que no tenga las ideas importantes desarrolladas de manera clara.

5) La importancia de revisar

No escatimen en revisar una, dos o tres veces un escrito. Es a través de dichas revisiones que advertimos errores ortográficos o de redacción. Pero, además, errores en el planteamiento de nuestra postura, además de poder advertir importantes argumentos que deban ser adicionados. Estar seguros de cómo estructuramos nuestra defensa es consecuencia de una revisión responsable de los escritos que redactamos.

La ortografía, redacción y orden de un escrito es nuestra carta de presentación. No solo da contundencia a la defensa que pretendemos plantear, sino que además nos permite defender una postura de la cual tenemos convicción.

Por último, quiero destacar lo siguiente: los escritos que presentamos al interior de un proceso judicial, son fruto del esfuerzo que realizamos en la comprensión de los casos que nos encomiendan. Por ello, es de suma importancia que dicho esfuerzo se vea finalmente reflejado en los escritos que son presentados ante el Poder Judicial.

Ciertamente, rodearnos de profesionales que nos ayuden a enriquecer nuestro crecimiento personal como laboral, es fundamental. Ello ha sido personalmente un factor de suma importancia para mi crecimiento como abogada.

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